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Jornada Europea de la Cultura Judía. Gracias por vuestro trabajo!!, por Aída Oceransky

Ya ha pasado el fin de semana en que hemos celebrado nuevamente la Jornada Europea de la Cultura Judía en Oviedo. Este año el concierto de música klezmer tuvo lugar en el Teatro Filarmónica el sábado pasado, a las 20 h. y disfrutamos mucho con estos excelentes músicos de Trvivum Klezmer. El teatro casi se llenó y salimos encantados y llenos de energía positiva… El domingo, realizamos la Jornada de Puertas Abiertas en la sinagoga y además la VI Feria del Libro Judío en los soportales de El Fontán.  En la Feria vendimos mayoritariamente libros de judaísmo y nos hubiera gustado tener más variedad de objetos para ofertar, aunque no fue mal…. Afortunadamente hizo muy buen tiempo y hubo mucha gente que se acercó y visitó la sinagoga. Varias personas de la kehilá atendieron a la gente que subía, explicando la miniexposición y las características del judaísmo, nuestra actividad, etc. ¡Enhorabuena a las debutantes!! En la foto aparece el Equipo A (aunque falte alguna persona), que generosamente colaboró con su trabajo y su tiempo, para que fuera un día memorable. La realización del minimuseo es, como sabéis, idea y obra de nuestros queridos Juan y Leah, que finalmente hicieron Aliá y a los que echamos mucho de menos.  Hemos programado visitas al Minimuseo Etz Jaim, a través de la web, en grupos reducidos durante todo el año. Hemos salido en varios medios de comunicación y hemos dado un pasito más en el camino de hacer conocer y respetar nuestra tradición y cultura. Muchas gracias por vuestro trabajo e ilusión y por colaborar para que el judaísmo sea conocido y «normalizado». Gracias a los que asististeis, a los que aún no asistiendo nos apoyáis y a los que me avisasteis de vuestra ausencia, lamentando no haber podido estar con nosotros. A los que vinieron, a los que nos apoyan, a los que colaboran para que seamos una kehilá tan divertida y activa, que H’ os bendiga y guarde. Shalom, Aída Oceransky

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Julia Navarro presenta «Dispara, yo ya estoy muerto» en Radio Sefarad

“Hay que ponerse en la piel del otro” nos cuenta Julia Navarro: hay que escucharse, hay que entenderse. La escritora de long sellers más popular de nuestro país nos presenta su último libro “Dispara, yo ya estoy muerto” en el que, contándonos la historia de dos familias, una judía y una árabe, nos acerca a los acontecimientos que han marcado el siglo XX y XXI y que ninguno hemos elegido pues ,como afirma Julia Navarro, “los seres humanos venimos al mundo con el guión de nuestra vida prácticamente predeterminado por dónde y cuándo nacemos, en qué lugar, en qué circunstancias sociales, religiosas…”. La Shoá está presente en un libro que Julia N. considera “el más duro de todos los que he escrito” y con el que intenta huir de maniqueísmos y ofrecer hechos al lector para que éste extraiga sus propias conclusiones en temas como el conflicto árabe-isaelí. Samuel, Ahmed, Ezequiel, Katia, Marian…son algunos de los hombres y mujeres de esta “novela de personajes” como le gusta decir a su autora. Una escritora que en Radio Sefarad juega a imaginarse qué se preguntarán y qué sentirán los oyentes-lectores al acabar su “Dispara, yo ya estoy muerto”. Audio íntegro de la entrevista a Julia Navarro en Radio Sefarad

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Julia Navarro presenta «Dispara, yo ya estoy muerto» en Radio Sefarad

“Hay que ponerse en la piel del otro” nos cuenta Julia Navarro: hay que escucharse, hay que entenderse. La escritora de long sellers más popular de nuestro país nos presenta su último libro “Dispara, yo ya estoy muerto” en el que, contándonos la historia de dos familias, una judía y una árabe, nos acerca a los acontecimientos que han marcado el siglo XX y XXI y que ninguno hemos elegido pues ,como afirma Julia Navarro, “los seres humanos venimos al mundo con el guión de nuestra vida prácticamente predeterminado por dónde y cuándo nacemos, en qué lugar, en qué circunstancias sociales, religiosas…”. La Shoá está presente en un libro que Julia N. considera “el más duro de todos los que he escrito” y con el que intenta huir de maniqueísmos y ofrecer hechos al lector para que éste extraiga sus propias conclusiones en temas como el conflicto árabe-isaelí. Samuel, Ahmed, Ezequiel, Katia, Marian…son algunos de los hombres y mujeres de esta “novela de personajes” como le gusta decir a su autora. Una escritora que en Radio Sefarad juega a imaginarse qué se preguntarán y qué sentirán los oyentes-lectores al acabar su “Dispara, yo ya estoy muerto”. Audio íntegro de la entrevista a Julia Navarro en Radio Sefarad

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La alegría de la ley, por el equipo de Radio Sefarad

Con Simjat Torá (literalmente la alegría de la Torá, el regocijo de la Ley) culmina el ciclo festivo que nos ha acompañado durante todo este mes de septiembre desde el inicio del año 5774 en Rosh Hashaná, pasando por los Días Terribles hasta el Día del Arrepentimiento, y el morar en las cabañas en Sucot. También nosotros, en Radio Sefarad, culminamos hoy la entrega “irregular” de nuestros boletines los miércoles, para volver a los viernes, a partir del 4 de octubre.Y hacemos extensivo el termino Ley -con mayúscula- a la ley -en minúscula- con que se dotan las sociedades y naciones para una mejor convivencia y progreso, alegrándonos de iniciativas legislativas como la inminente reforma de un artículo del Código Penal que incluirá como delito la negación y trivialización del exterminio de seis millones de judíos por el régimen nazi durante la Segunda Guerra Mundial. O el anunciado trámite para agilizar el proceso de nacionalización de los sefardíes. O la promulgación de decretos para una implementación más profunda y amplia de los acuerdos con las religiones minoritarias de notable arraigo firmados hace más de 25 años.En estas fiestas leeremos el último capítulo del Pentateuco para volver a empezar desde el principio, con las cuentas del alma claras y las esperanzas puestas en el imperio de la ley y la Ley.Jag sameaj! ¡Feliz final de fiestas! La Redacción de Radio Sefarad

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La alegría de la ley, por el equipo de Radio Sefarad

Con Simjat Torá (literalmente la alegría de la Torá, el regocijo de la Ley) culmina el ciclo festivo que nos ha acompañado durante todo este mes de septiembre desde el inicio del año 5774 en Rosh Hashaná, pasando por los Días Terribles hasta el Día del Arrepentimiento, y el morar en las cabañas en Sucot. También nosotros, en Radio Sefarad, culminamos hoy la entrega “irregular” de nuestros boletines los miércoles, para volver a los viernes, a partir del 4 de octubre.Y hacemos extensivo el termino Ley -con mayúscula- a la ley -en minúscula- con que se dotan las sociedades y naciones para una mejor convivencia y progreso, alegrándonos de iniciativas legislativas como la inminente reforma de un artículo del Código Penal que incluirá como delito la negación y trivialización del exterminio de seis millones de judíos por el régimen nazi durante la Segunda Guerra Mundial. O el anunciado trámite para agilizar el proceso de nacionalización de los sefardíes. O la promulgación de decretos para una implementación más profunda y amplia de los acuerdos con las religiones minoritarias de notable arraigo firmados hace más de 25 años.En estas fiestas leeremos el último capítulo del Pentateuco para volver a empezar desde el principio, con las cuentas del alma claras y las esperanzas puestas en el imperio de la ley y la Ley.Jag sameaj! ¡Feliz final de fiestas! La Redacción de Radio Sefarad

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Sucot en el camino, por Jorge Rozemblum

Sucot es una fiesta particular, ya que conmemora, por un lado, el mítico transitar 40 años por el desierto hasta llegar a la Tierra Prometida; por otro, a nivel simbólico, el paso de ser un pueblo nómada a uno sedentario, por lo que se rinde homenaje al fruto de la tierra: trabajoso (en relación al regalo del maná) pero reconfortante y justo. Y transmite el valor de una tierra propia para un clan que nació errando de Ur a Canaán y de allí a Egipto.Sucot hace coincidir en nuestro jolgorio la libertad obtenida en Pesaj y la esperanza de la cosecha en Shavuot con tres peregrinaciones hacia el sitio de nuestro asentamiento definitivo y su epicentro donde luego se erigirá el Templo de Jerusalén: el ombligo del mundo, de nuestro mundo, el destino de nuestras dispersiones (en griego, diásporas). Y, en el largo camino de regreso, unas moradas temporales (sucot, cabañas) que nos recuerdan que no somos más que huéspedes transitorios (ushpizín) de esta realidad, aunque eslabones imprescindibles de una de las cadenas más largas de la historia humana. La que seguimos forjando cada vez que lo celebramos.Jag Sucot sameaj! ¡Feliz fiesta de Sucot! Jorge Rozemblum es director de Radio Sefarad.Pulse aquí para acceder a la programación completa y a los enlaces de Radio Sefarad del 12 al 18 de septiembre

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Sucot en el camino, por Jorge Rozemblum

Sucot es una fiesta particular, ya que conmemora, por un lado, el mítico transitar 40 años por el desierto hasta llegar a la Tierra Prometida; por otro, a nivel simbólico, el paso de ser un pueblo nómada a uno sedentario, por lo que se rinde homenaje al fruto de la tierra: trabajoso (en relación al regalo del maná) pero reconfortante y justo. Y transmite el valor de una tierra propia para un clan que nació errando de Ur a Canaán y de allí a Egipto.Sucot hace coincidir en nuestro jolgorio la libertad obtenida en Pesaj y la esperanza de la cosecha en Shavuot con tres peregrinaciones hacia el sitio de nuestro asentamiento definitivo y su epicentro donde luego se erigirá el Templo de Jerusalén: el ombligo del mundo, de nuestro mundo, el destino de nuestras dispersiones (en griego, diásporas). Y, en el largo camino de regreso, unas moradas temporales (sucot, cabañas) que nos recuerdan que no somos más que huéspedes transitorios (ushpizín) de esta realidad, aunque eslabones imprescindibles de una de las cadenas más largas de la historia humana. La que seguimos forjando cada vez que lo celebramos.Jag Sucot sameaj! ¡Feliz fiesta de Sucot! Jorge Rozemblum es director de Radio Sefarad.Pulse aquí para acceder a la programación completa y a los enlaces de Radio Sefarad del 12 al 18 de septiembre

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La Comunidad Judía española celebra la fiesta de las Cabañas

Los judíos españoles celebramos a partir de la tarde del miércoles 18 de septiembre la Fiesta de Sucot o de los Tabernáculos «El día quince del mes séptimo será festividad de las cabañas para el Eterno, que durará siete días (Levítico 23:34), y así: «Viviréis en cabañas esos siete días. Cada nativo de Israel habitará en cabañas, para que vuestras generaciones sepan que hice habitar a los hijos de Israel en tiendas cuando los liberé de la tierra de Egipto» (Levítico 23:42-43). Significado: De las tres fiestas de peregrinaje, la de Los Tabernáculos (Sucot) es la más larga y una de la más gozosas de las celebraciones del calendario bíblico. Se trata de una celebración de gratitud y alabanza al Señor por la cosecha. Después de un año de esfuerzo cultivando la tierra llega el momento satisfactorio de la recogida. También recuerda los 40 años vagando por el desierto en el camino de la esclavitud de Egipto a la libertad en la tierra de Israel. Es aquí donde se forja el carácter espiritual y de unión del pueblo. Costumbre: se suele construir una cabaña (Sucá) en las terrazas de las casas, en el jardín, etc… con hojas de palma y con visibilidad al cielo. No tiene puertas para que puedan entrar los invitados, está abierta por los cuatro costados. La Sucá recuerda las antiguas viviendas en el desierto y el precepto dice que durante siete días se debe vivir en ella. Allí se comerá y se recita la bendición sobre las cuatro especies que, según el Midrash, representan los cuatro tipos de personas que integran la nación judía: el limón, la hoja de palma, la rama de mirto y la hoja de sauce. El precepto de combinar estos cuatro elementos promueve la idea de la unidad del pueblo. A la Sucá se invocan a los patriarcas y grandes hombres espirituales del pueblo como Abraham, Isaac, Jacob, Moisés, Aarón, José y el rey David. Además se comparte la fiesta con la familia, vecinos, gentes ajenas, etc. Durante los dos primeros días festivos rigen las normas del Shabat: se acude a la sinagoga y se rezan las oraciones típicas de esta fiesta. El séptimo día de Sucot se llama Hoshana Raba («Gran Salvación») y cierra el período del juicio divino comenzado por Rosh Hashaná.

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Hijos y pueblo, por Jorge Rozemblum

El calendario hebreo es una particular mezcla de fiestas de origen religioso e histórico. Por ejemplo, en tiempos del Templo de Jerusalén la población solía peregrinar a la capital tres veces al año: en Pesaj, Shavuot y Sucot, tres celebraciones ligadas al concepto de la libertad. La mayoría de fiestas restantes tienen un origen histórico, como Purim (salvación del aniquilamiento a manos de los persas), Janucá (rebelión contra los griegos), Lag BaOmer (contra los romanos), Tisha veAb (destrucción de los Templos, etc.). Incluso hay una subcategoría que se refiere a las celebraciones modernas como Yom haShoá (recordación del Holocausto), Yom haZikaron (de los muertos por el Estado de Israel), Yom haAtzmaut (de su independencia) o Yom Yerushalayim (dedicado a Jerusalén). Sin embargo, hay una tercera categoría que supone el mayor grado de importancia: las fiestas de reflexión, donde destacan el semanal descanso del shabat y el día del arrepentimiento, o Yom Kipur. Este año, de manera excepcional, ambas celebraciones coinciden y no por ello se excluyen mutuamente (como en otros casos en que la fiesta se posterga al final del shabat). Ello es así justamente por compartir su carácter meditativo, un ejercicio que, no obstante, no se considera trabajo, acción o creación, prohibidos el séptimo día de la semana, por lo que a Yom Kipur también se le conoce como shabat shabatón, es decir, el shabat de todos los shabat, la forma más elevada de la reflexión a través de la inacción. Esta inacción se ejecuta a través de un ayuno individual y en el rezo colectivo, elemento este último que lo diferencia más que cualquier otro de otras religiones y disciplinas meditativas. Rezamos, reflexionamos, pedimos la gracia divina para nosotros y los nuestros, pero en comunidad, ya que no somos sólo hijos de la divinidad, sino su pueblo. Que sean inscritos en libros de larga vida. Jorge Rozemblum es director de Radio Sefarad. Pulse aquí para acceder a la programación completa y a los enlaces de Radio Sefarad del 5 al 11 de septiembre

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Yo, de mayor, quiero ser anti-israelí, por Jorge Rozemblum

Es una vocación que me viene de dentro, como un rescoldo ancestral de viejas hogueras avivadas por mis antepasados, de mucho antes que existiera ese país. Porque no hay nada mejor que saber, antes incluso de que pase algo malo, quien es el culpable: ¡Israel!Si hay guerra civil en Siria, pongamos un ejemplo, ¿creéis que es culpa de los dirigentes de las distintas facciones políticas y religiosas? No, es culpa de Israel. ¿Y lo que está pasando en Egipto? Si hasta el propio presidente de Turquía lo dice bien clarito: todo ha sido orquestado por Israel (del mismo modo que Israel estaba detrás de las protestas en Estambul de hace unos meses).Y no creáis que la perversidad de los judíos (uy, perdón, de los israelíes) sólo alcanza a los países vecinos. ¿De dónde viene la crisis económica sino de las manipulaciones de los banqueros israelíes? Claro: como ellos no comen ciertas cosas, pueden especular con los alimentos. Recuerdo haber leído hace un tiempo que estaban creando bases secretas en la Patagonia y la Antártida, fuera de la vista del mundo, donde acumulaban dichos alimentos que se conservaban como en una nevera natural. Y ahora que caigo, seguramente el cambio climático y el derretimiento de los polos sea una consecuencia de las toneladas de carne de cerdo y productos lácteos mezclados con cárnicos (prohibidos por la “religión israelí”) allí acumulados.¿Qué más pruebas hacen falta? En realidad, ninguna. Porque, como dice nuestro insigne escritor Antonio Gala, si les pasa lo que les pasa es porque algo habrán hecho. No hacen falta razones para ser anti-israelí. Aunque no olvidamos que han ofendido a dioses ajenos y propios (hay unos judíos buenos viviendo en Israel que están en contra de su existencia porque ofende a su propio Dios), se han adueñado de instituciones como la corona sueca (que siempre les otorga premios Nobel), o la Casa Blanca, a la que controlan a través de una organización secreta llamada “El Lobby Judío”. Lo mismo que antes tenían en su poder a los comunistas y ahora a la mayoría de los gobiernos europeos, a los que controlan por medio de altísimas tecnologías implantadas en los teléfonos móviles y las redes sociales (Facebook es obra de ellos).Pero, lo que personalmente más me inquieta, es su ironía y sarcasmo a la hora de escribir editoriales como éste y mostrarnos como si fuéramos antisemitas, racistas e ignorantes.Shabat ShalomJorge Rozemblum es director de Radio Sefarad Pulse aquí para acceder a la programación semanal completa y a los enlaces de Radio Sefarad

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