Día Internacional de la Mujer en el Museo Sefardí de Toledo
Con motivo del Día Internacional de la Mujer que reivindica la ONU para la defensa del papel de la mujer en la sociedad actual, el Museo Sefardí de Toledo dedica un artículo en recuerdo a Carmen de Burgos, periodista e intelectual española conocida como "la voz de los sin voz", que tuvo una especial relación con el Toledo de principios de siglo XX.
Reproducimos parte de este artículo que se entregará a los visitantes del Museo el próximo jueves:
Carmen de Burgos conocida como“Colombine”, una de las grandes mujeres olvidadas de nuestra historia, nació en Rodalquilar (Almería) en 1867 y murió en Madrid en 1932. Fue la primera mujer de Ramón Gómez de la Serna y tuvo entre sus mejores amigos a Vicente Blasco Ibáñez y Rafael Cansinos Assens. Todos de un modo u otro, tuvieron una relación especial con la ciudad de la Toledo de principios de siglo, la misma época en la que el Marqués de la Vega-Inclán iniciaba la revolución del turismo en España con la recreación de la Casa del Greco y la restauración de la Sinagoga del Tránsito, en tiempos de Alfonso XIII y Toledo conocía también su Edad de Plata de la mano de Urabayen y Besteiro entre otros.
Carmen de Burgos, su nombre de nacimiento, fue una mujerexcepcional y pionera en la defensa de los sin voz, sobre todo de las mujeres, pero también de niños y marginados sociales.
Ya manifestó su rebeldía a los 16 años casándose contra la voluntad de su padre con el hijo del Gobernador Civil de Almería. Se separó, algo anormal entonces, tras doce años, en medio delescándalo provinciano y de la incomprensión de muchas mujeres.
Para emanciparse preparó una oposición para ser Maestra de la Escuela Normal de Guadalajara en 1900; ejerció primero en Guadalajara, y después en Toledo y Madrid, donde conoció
a Ramón Gómez de la Serna en 1908, el hombre de su vida. Él era veinte años más joven que ella, pero lograron superar todos los obstáculos y vivieron en París, Nápoles y Portugal, pero tras
20 años se separan por un doloroso episodio para ambos. Su relación continúa en forma de amistad aún cuando Ramón se casa con Luisita Sofovich en Argentina. Nos la imaginamos en
Toledo formando parte del círculo de intelectuales toledanos, dando sus clases, paseando por sus calles y deshaciendo entuertos e injusticias, como la Quijote que era.
Escribe artículos en numerosos periódicos de la época (El País, El Correo, La Esfera, Prometeo); pero también libros, ensayos, traducciones o biografías como las de Leopardi o Larra. Además
funda y dirige la revista Crítica para luchar por los ideales feministas, defender a los marginados y promover el desarrollo social. Es la primera mujer corresponsal de guerra en Marruecos
y en suma, es autora de una extensa obra en favor de los derechos de los olvidados y sobre todo del papel de la mujer en la sociedad: “Sé que las fuerzas de una mujer no removerán la montaña, pero acaso le arranque un grano de arena y enseñe a otros el camino...La lucha es la vida y yo siento el ansia de vivir”. En 1927 escribe su gran obra “La Mujer Moderna y sus derechos” que publica con 60 años, un libro que recoge la historia del movimiento feminista y el derecho al voto de la mujer en el mundo. Vio en su vida muchas cosas, tuvo la fortuna de transitar por la Edad de Plata de la cultura española (generaciones del 98, 14, 27 y las Vanguardias), estaba afiliada al Partido Republicano Radical Socialista y su muerte, por ataque cardíaco, se produjo en plena intervención en el Círculo Radical Socialista el 9 de octubre de 1932.Tuvo la suerte de vivir en la misma época que Unamuno, Azorín, Machado, Alberti, Dalí, Menéndez Pidal, Ramón y Cajal y el mismo Gómez de la Serna.
Para Carmen Burgos el hecho de escribir tenía mas que ver con la acción social que con la expresión personal, y en 1908 escribe en el editorial de presentación de la Revista Crítica: “¿A que persona, asunto o materia le dedico mis primeras líneas? Del corazón me salde darle la voz a los sin voz...” y gran parte de su obra se dedica a ello. Por ese motivo, y por haber formado parte de lo mejor de la cultura toledana de principios del siglo XX, la traemos aquí a la memoria. El Museo Sefardí, alma de los “otros” y “los olvidados” en la historia de España, la recuerda con cariño en el Día de la Mujer de 2012, algo más de 100 años después de su estancia en nuestra ciudad. ¡Que la Tierra le haya sido leve!
Lo merecía, sin duda.